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noviembre 14, 2023
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
one comment
En tu experiencia, ¿qué es lo más importante en este momento?
Es el hecho de estar vivo y con la capacidad de apreciar conscientemente lo que experimentas. Ese es, con diferencia, el aspecto más importante. ¿No crees?
Solemos olvidarlo mientras vamos a la carrera de un sitio a otro en un ciclo interminable de actividad frenética, llenando el hambre que llevamos dentro consumiendo, comprando y haciendo, haciendo, haciendo; aferrándonos a las cosas que hemos etiquetado como buenas y evitando las que hemos etiquetado como malas. Nos quejamos del mal tiempo y de cómo las cosas simplemente no cumplen con nuestras expectativas algo limitadas.
Somos como gallinas dementes escarbando en la tierra en busca de semillas e insectos. Olvidamos que nuestro derecho por nacimiento no es la visión limitada y superficial de la gallina, sino la visión mágica expansiva e ilimitada del águila.
Cuando vivimos con la visión del águila, somos capaces no sólo de ver, sino de experimentar la relación de todas las cosas con y hacia todas las cosas; sabemos que formamos parte de todo y que todo forma parte de nosotros.
Una parte inevitable de esta experiencia es que surja el agradecimiento, el asombro y la admiración. Conectamos con el mar infinito de la conciencia, tanto dentro como fuera de nosotros. En esos momentos sabemos que la conciencia es el espacio en el que surgen todas las cosas.
Cuando levantamos la cabeza, cuando expandimos nuestra conciencia, vemos que lo importante no es cómo me pueda sentir en un momento dado, ni el juicio sobre si es bueno o malo; ni creer que debería tener sentimientos distintos de los que tengo ahora, ni que debería tener pensamientos distintos de los que tengo ahora. Lo importante y milagroso es la experiencia de la vida, momento a momento, respiración a respiración.
El regalo es la experiencia de la vida, de la conciencia, y no nuestros juicios egocéntricos, bastante limitados, sobre lo que deberíamos o no deberíamos estar experimentando.
Cuando te levantes por la mañana, estírate y da gracias por estar vivo, por ser consciente, por tu respiración y por tu experiencia.
Nunca estamos separados del universo; somos tan parte del universo como una ola es parte del mar, una manifestación temporal hasta que volvemos de nuevo al mar universal de la conciencia, algo que nunca dejamos, algo que nunca podemos dejar realmente, sólo olvidar.
Contempla esto con frecuencia: soy el universo estudiándose a sí mismo, consciente de sí mismo, admirándose a sí mismo.
Conecta con tus sentidos, conecta con el momento presente, el verdor del verde, lo azul que es el azul, la interconexión de todas las cosas y nuestro estado natural de amor.
Te deseo paz, salud y felicidad.
</> with <3 by Latte
Comentarios de la comunidad
Vanessa
Tan cierto, tan obvio, tan complicado a veces... Gracias por la reflexión. Un abrazo