Geoffrey Molloy
Céntrate en las cosas que tienes bajo control. Poner tu atención y energía en cosas sobre las que no tienes ningún control te llevará a sentirte infeliz, ansioso, deprimido o incluso predisponerte a la adicción.
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Geoffrey Molloy
Céntrate en las cosas que tienes bajo control. Poner tu atención y energía en cosas sobre las que no tienes ningún control te llevará a sentirte infeliz, ansioso, deprimido o incluso predisponerte a la adicción.
mayo 3, 2022
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Las personas resilientes tienen un locus interno de control.
Si una persona tiene un locus interno de control, atribuirá el éxito a sus propios esfuerzos y habilidades. Cree que tiene influencia y es capaz de gestionar su camino a través de la vida. Una persona que cree que tendrá éxito estará más motivada y con más probabilidades de aprender. Una persona con un locus externo de control, que atribuye su éxito a la suerte o al destino, tendrá menos probabilidades de hacer el esfuerzo necesario para aprender. Las personas con un locus externo de control también tienen más probabilidades de experimentar ansiedad, ya que creen que no tienen el control de sus vidas.
¿La vida te trata injustamente? ¿Te suena alguno de los siguientes comentarios?
Todo esto tiene que ver con echar la culpa a otras personas de todo lo que te pasa. Echar la culpa normalmente viene acompañado de una “guarnición” generosa de quejas.
Prestar tu atención y energía en cosas sobre las que no tienes ningún control es una manera altamente efectiva de asegurarte de que te sentirás infeliz, ansioso/a – incluso deprimido/a. Puede incluso predisponerte a la adicción. Esto rápidamente te lleva a no parar de darle vueltas a todas las cosas que no salen tal como a ti te gustaría; preocupándote de todas las cosas malas que podrían ocurrir en el futuro; y por supuesto, reviviendo todas las cosas malas de tu pasado.
Recuerda, tú eres tu atención; es el único aspecto constante de ti; todo lo demás cambia. Ahí dónde diriges tu atención, esto decide tu percepción, pensamientos y emociones – nada menos que la calidad de tu vida. Prestar tu atención en aquellas cosas fuera de tu control es probablemente la peor manera de usar tu atención.
Cuando vives con un locus externo de control, esto significa que has adoptado la actitud de víctima; te sientes impotente; como que todo te pasa a ti – cosas injustas, cosas malas pero crees que no puedes hacer nada contra ello. No tienes otra opción más que tolerar el sufrimiento que otros o que esta vida (muchas veces de mierda) impone sobre ti; no hay escapada.
Esto a la vez puede resultar en aquel sentimiento que menos sentido tiene: sentir lástima de ti mismo/a.
Esto causa tanto sufrimiento; no tiene ningún sentido. Pero ciertamente no tiene porqué ser así.
“La felicidad y la libertad empiezan por entender claramente un solo principio: algunas cosas están bajo nuestro control; otras cosas no. La tarea principal en la vida es simplemente esto: identificar y separar asuntos de manera que me pueda decir claramente a mí mismo, cuáles son externas que no están bajo mi control y cuáles tienen que ver con las elecciones que controlo verdaderamente.” El filósofo estoico Epictetus.
Si quieres mejorar tus niveles de resiliencia y mejorar tus probabilidades de ser feliz, entonces:
Céntrate en aquellos aspectos sobre los que tienes control.
Cuando te centras en aquellas cosas que no puedes controlar, serás reactivo/a.
Cuando te centras en aquellas cosas que están bajo tu control, te vuelves proactivo/a.
Existe un número limitado de cosas que se encuentran directamente bajo tu control; céntrate en ellas:
Cuando te centras en lo que sí, puedes controlar, puedes avanzar más rápido, volverte más resiliente, experimentar menos estrés, recuperarte, pasar menos tiempo preocupándote, tener una influencia más positiva en las personas de tu alrededor.
Piensa en las personas reactivas en tu vida que intentan controlarlo todo; o el “jefecillo/a” en tu lugar de trabajo. Cuando las cosas inevitablemente no salen como deberían, se pasan su tiempo quejándose de su jefe, su empresa, su pareja, la sociedad, el gobierno… echan la culpa a todo y a todos. Se sienten constantemente desilusionados, impotentes, estresados. ¿No es extraño que siempre parezcan no tener nunca nada de control sobre nada?
Por lo contrario, las personas proactivas se centran en lo que sí pueden controlar. Cuando hacen esto, aumentan su influencia en el trabajo, en casa y socialmente.
Copyright© Geoffrey Molloy 2022
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