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octubre 17, 2017
Alimentación consciente, Boletines,
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Hoy volvemos a hacer un viaje a través de nuestra piel para entender mejor cómo funciona nuestro cuerpo humano. Si estás leyendo esto, significa que eres un organismo vital que respira, compuesto por billones de células que se nutren, se relacionan y se reproducen permitiéndonos la vida.
El conjunto de estas células forman tejidos que a su vez forman órganos y la estructura compleja de ésta, forma nuestros sistemas.
Para entender un poco mejor un sistema, es un conjunto de órganos y estructuras que trabajan en conjunto para cumplir las funciones fisiológicas de un ser vivo (las de nutrir, relacionarse y reproducirse).
Hoy en día el cuerpo humano está estructurado en once sistemas. Aunque vamos a dedicarle más tiempo a nuestro sistema digestivo, os enumero y detallo rápidamente las funciones de cada uno.
Sistema circulatorio: formado por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. Compuesto por conexiones venosas y arteriales que transportan la sangre a los órganos del cuerpo.
Sistema digestivo: encargado del proceso de la digestión (la transformación y la absorción de los alimentos por las células del organismo).
Sistema endocrino: (sistema hormonal) produce hormonas que son liberadas a la sangre para regular algunas de las funciones del cuerpo incluyendo el estado de ánimo, la menstruación, entre otras muchas cosas…
Sistema inmunológico: (sistema inmunitario) nos protege contra las enfermedades, identificando y matando células patógenas y otros seres no deseados.
Sistema linfático: está compuesto por los vasos linfáticos, los ganglios, el bazo, el timo, la linfa y los tejidos linfáticos (como las amígdalas y la médula ósea). Ayuda a limpiar el cuerpo y activar el sistema inmunológico.
Sistema muscular: permite que el esqueleto se mueva, manteniéndolo estable y dándole forma al cuerpo. El sistema muscular sirve como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo y otros órganos vitales.
Sistema nervioso: formado por conexiones nerviosas que permite transmitir y tener información con el mundo que nos rodea.
Sistema óseo: es el sistema de apoyo estructural y protección a los órganos internos mediante huesos.
Sistema reproductor: encargado de la reproducción sexual.
Sistema respiratorio: capta oxígeno y elimina el dióxido de carbono procedente del anabolismo celular.
Sistema urinario: (sistema excretor) es el sistema que tiene la función de expulsar los desechos que ha dejado el proceso digestivo.
Hoy vamos a dedicarle más tiempo a nuestro querido Sistema digestivo. Está formado por varios órganos principales que están conectados en el llamado tracto digestivo (boca, faringe, esófago, estómago, intestino delgado e intestino grueso, recto y ano) que se encargan de realizar el proceso de digestión. Transforman los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas en unidades más sencillas, gracias a las enzimas digestivas, para que puedan ser absorbidas y transportadas por la sangre.
Los órganos encargados de segregar líquidos digestivos capaces de transformar los alimentos son: las glándulas salivares, el hígado y el páncreas. A estos tejidos específicos se les denomina órganos anexos ya que segregan los líquidos digestivos a los órganos del tracto digestivo que son necesarios para la metabolización.
Los líquidos que segregan contienen entre otras sustancias las enzimas que son un tipo de proteína capaz de acelerar la descomposición de los alimentos en componentes más sencillos (los nutrientes).
Las funciones principales de este sistema son:
Compuesto por:
Los órganos anexos.
Me sigue pareciendo increíble que en realidad no somos nada de lo que vemos a través de nuestros ojos… y la cantidad de procesos bioquímicos que se crean al morder una manzana sería totalmente imposible de cuantificar…
Lo que sí podemos ver, sentir y saborear son la multitud de manzanas que han salido en nuestra finca en Cantabria. ¡¡Ricas de tantas maneras!! Pero para conservarlas durante más tiempo hemos convertido muchas de ellas en una rica compota de manzana.
Os compartimos nuestra versión sin azúcar. Para conservarla, guardamos una gran parte en el congelador y la vamos sacando a lo largo del año para acompañar multitud de platos.
Elaboración:
Ponemos en una olla las manzanas lavadas (sin pelar cortadas en cuadrados) junto al resto de ingredientes. Lo pochamos hasta que esté tierna la manzana. Retiramos la canela y lo batimos con la batidora hasta que quede todo bien integrado. Puedes usarlo en desayunos con la fruta y como acompañante de otras comidas. En la versión que veis en la foto, la espolvoreamos con semillas de sésamo, almendras, pipas de girasol tostadas y un poquito de cúrcuma para darle un toque de color (y de rebote aprovechar sus propiedades antiinflamatorias).
Por cierto, esta foto es parte de una serie de “pinturas” con alimentos y elementos que recogemos alrededor de la casa con Yeray, mi sobrino de 4 años. Si tenéis la suerte de tener “peques” cerca os recomiendo este juego. Se llama “pintar con cosas sobre lo que sea”=)
El próximo Sábado 21 de Octubre me encontraréis dando un seminario de Nutrición Básica en The Bamboo Body (Barcelona), podéis encontrar el evento en FB:
Y el 28 de Octubre estaré en Madrid impartiendo nuestro Curso de Alimentación Consciente y Cocina Creativa.
¡Felices días!
Autora: Kiira Cabrera
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