Soltar

El crecimiento personal y gran parte de la autorrealización no consisten en adquirir cosas nuevas, sino en desprenderse de cosas viejas que ya no nos sirven.  Aunque es evidente que hay cosas nuevas que aprender, el crecimiento consiste sobre todo en aprender a desaprender.

El sufrimiento surge de la ignorancia sobre la verdadera naturaleza de las cosas y de la aversión y el aferramiento que crea esta ignorancia. La ignorancia a la que me refiero son las percepciones, modelos mentales y creencias perjudiciales que confundimos con la realidad.

Todos somos la suma de nuestras experiencias, influencias, infancias, traumas e influencias sociales; todos tenemos una narrativa interior que utilizamos para explicar y dar sentido a nuestras vidas. Todos hemos aprendido estrategias para afrontar la vida. Todos hemos aprendido a centrarnos en algunas cosas e ignorar otras. En otras palabras, en lo que agarrarnos y en lo que hay que evitar. La mayoría de estas elecciones y estrategias se hicieron inconscientemente, reaccionando a nuestro entorno infantil e impulsados por nuestro imperativo biológico: sobrevivir.

Nuestra posición por defecto en la vida es mindless, lo que significa que la mayoría de las veces actuamos inconscientemente y en piloto automático: Ocurre algo en el mundo físico y experimentamos un momento de conciencia y percepción que conecta inmediatamente con etiquetas, juicios y creencias de nuestro pasado, desencadenando una reacción. En lugar de reaccionar a los acontecimientos en el momento presente, reaccionamos a un modelo mental elaborado en el pasado en un contexto que ya no existe y que probablemente ya no sea relevante. Además, la mayoría de las etiquetas y comportamientos en sí mismos se adquirieron inconscientemente.

La narrativa que cada uno llevamos en la mente es una herencia inconsciente y no una elección consciente. De hecho, estamos tan acostumbrados a nuestra narrativa y nos identificamos tanto con nuestros pensamientos que, aunque creamos que estamos interactuando con la realidad, normalmente no es así.

Sabiendo esto, ¿no tiene sentido elegir conscientemente? Desarrollar una narrativa que te sirva mejor, identificar y comprender los errores en tu percepción, los errores en tus modelos y corregirlos. Cuando sueltas lo que no te sirve, también dejas espacio para lo que sí te sirve.

Dicho todo esto, soltar puede resultar difícil, extraño e incómodo, incluso cuando soltamos algo que sabemos que nos está causando daño. Puede que necesites deshacerte de una relación, un trabajo o un hábito o comportamiento. Puede que lleves meses pensando en ello. Es algo que puedes ver, o que al menos sospechas, que no es bueno para ti. Es algo que te deja agotado y cansado, que quita alegría o paz a tu vida. Probablemente también te causa dolor y confusión. A pesar de todo, te sientes extrañamente cómodo con la situación; al menos sabes qué esperar; al menos conoces tu lugar. Puede que seas infeliz, pero al menos te sientes cómodo en este papel familiar.

Lo desconocido, lo que podría ocurrir si te dejas llevar y sales de tu zona de confort, es algo que nunca sabrás hasta que lo hagas. Esta vida no es un ensayo. Tienes una oportunidad y ya está.  Si quieres paz en tu corazón, si quieres sentir auténtica alegría, entonces elige el crecimiento en lugar del estancamiento; sal de esa querida zona de confort y adéntrate en lo desconocido. Tu paz, tu alegría, tu conexión con todo está fuera de tu zona de confort y está al otro lado de lo que te incomoda.

Paz salud y felicidad desde Las Bardas.

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