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Geoffrey Molloy
La compasión parte de la idea de que todos los seres quieren ser felices y estar libres de sufrimiento.
mayo 3, 2023
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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La compasión es mucho más fácil de practicar con la familia o los seres queridos – personas cercanas a nosotros – que con los desconocidos. Pero lo que se necesita para el futuro de nuestra especie es compasión por todos los seres. Compasión significa que también reconocemos la interconexión fundamental de todas las cosas; que todos los seres quieren ser felices y evitar el sufrimiento; que todos los seres deben tener la oportunidad de crecer, de florecer, de desarrollar todo su potencial.
Con la familia y los amigos, la empatía puede dar lugar a la compasión, pero con un desconocido o alguien por quien sientas repulsión, las cosas son más complicadas. La compasión no siempre surge de forma natural en estas situaciones. La evolución nos ha hecho egocéntricos por naturaleza. (El enfoque es en mí y en los míos.) Por lo tanto, la compasión hay que trabajarla, desarrollarla y practicarla. Basta con mirar a tu alrededor. La mayoría de los problemas graves a los que se enfrenta nuestra especie (y muchas otras especies) pueden atribuirse a nuestra falta de compasión. En otras palabras, a una visión egocéntrica e ignorante de la vida, agravado por nuestra sociedad consumista tóxica, acelerada por las redes sociales y por una educación deficiente. La compasión puede considerarse un paso al siguiente nivel, un paso vital para la supervivencia y el florecimiento de nuestra especie (y de muchas otras especies). La compasión no es un lujo, sino algo vital si queremos tener un futuro.
Hablar de la supervivencia de las especies suena un poco elevado y distante, así que ¿cómo se traduce esto a la vida cotidiana? Debemos actuar con una actitud de compasión hacia todos los seres y aliviar el sufrimiento siempre que podamos. «¡Ja!», pensarás. «Eso no es nada realista; no conoces a mi vecino, a mi jefe, a mi madre/padre, a mi compañero/a de trabajo». La compasión parte de la idea de que todos los seres quieren ser felices y estar libres de sufrimiento. Quien actúa con maldad hacia otro, lo hace desde su propio dolor. Piensa en tu propia experiencia cuando tu corazón está en paz; sólo deseas lo mejor para los demás. Sólo cuando sientes dolor, actúas para infligir dolor a los demás.
Podrías pensar: «Bueno, algunas personas son simplemente malas». Pero no es así. Imagina a un niño de un año, lleno de asombro, curiosidad, vulnerable y dependiente. Todos fuimos ese niño alguna vez. Incluso esa persona «mala» de tu vida fue una vez un bebé inocente y feliz. ¿Qué ocurrió para que nosotros o esa persona nos convirtiésemos en los adultos que somos ahora?
Cuando contemplamos la vida desde esta perspectiva, nos damos cuenta de que cada uno de nosotros es, en gran medida, el resultado de nuestras circunstancias y experiencias y de cómo respondimos a ellas. Como resultado, cada uno de nosotros vive en su pequeña «producción teatral». La mayoría de las veces las cosas no son personales. Por ejemplo, la posición por defecto de una persona enfadada es la ira. Puede que esté enfadada contigo en este momento, pero si no lo está contigo, lo estará con otra persona. En otras palabras, no es personal; esa persona vive en su propio pequeño teatro del infierno.
Lo que podemos hacer por esa persona puede ser muy limitado o incluso nulo, pero al menos no aumentaremos su sufrimiento enfadándonos nosotros mismos (creando también para nosotros un sufrimiento innecesario y sin sentido).
La compasión no exime a nadie de la responsabilidad de sus actos. Por ejemplo, ser enviado a la cárcel por un delito grave. La compasión significa centrarse en la rehabilitación y no en el castigo. Los países que han adoptado este enfoque han obtenido resultados positivos extraordinarios. (Noruega es un buen ejemplo).
En un retiro reciente, la gente compartió historias de cómo la amabilidad y la compasión de otra persona tuvieron un profundo impacto en sus vidas. Lo que quedó claro fue que a menudo los actos de compasión eran sencillos, pero los efectos eran profundos, a menudo cambiaban la vida.
Todos marcamos la diferencia en este mundo, nos guste o no. A veces, nunca llegaremos a ver la diferencia que marcamos. Actuar con compasión significa que es más probable que marquemos una buena diferencia, tanto si llegamos a ver los resultados como si no.
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