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No intentes cambiar; mejor obsérvate

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Geoffrey Molloy

El cambio sólo se producirá cuando dejemos de forzar el cambio. El cambio surge de forma natural una vez aceptemos realmente que no podemos cambiar.

agosto 24, 2023

BoletinesResiliencia - Mindfulness y más allá

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Aunque a ninguno de nosotros nos gustaría admitirlo, todos somos máquinas. Partimos de nuestro programa humano básico  nuestras predisposiciones genéticas. Además, respondemos a nuestro entorno. En otras palabras, desarrollamos estrategias para afrontar cosas según el entorno en el que crecimos, el trato que recibimos, cómo se cubrieron o no nuestras necesidades y cómo respondimos y sobrevivimos a ello. Estas adaptaciones o estrategias repetidas suficientes veces modifican nuestro cerebro y se convierten en nuestro «piloto automático» – nuestras respuestas automáticas inconscientes. Esencialmente, podemos dividirlas en dos tipos de respuesta: aferramiento y aversión. (Si etiquetamos algo como bueno, queremos más y queremos aferrarnos a ello para siempre: «aferramiento». Si lo etiquetamos como malo, queremos evitarlo para siempre: «aversión»). El problema es que las estrategias que fueron increíblemente útiles, por ejemplo, a los cinco o quince años, después, en otro momento o en un entorno diferente, pueden volverse perjudiciales y crear sufrimiento, como ansiedad, tristeza, infelicidad – cosas que, comprensiblemente, no nos gustan y etiquetamos como malas. Entonces, creamos una nueva respuesta de piloto automático: «resistencia».   Nos entregamos a la actividad inútil de resistirnos a la programación de toda nuestra vida y, al hacerlo, generamos aún más sufrimiento.  Cuando inevitablemente no conseguimos forzar el cambio, nos entregamos a una autocrítica feroz y nos tratamos horriblemente. Jamás se nos ocurriría hablar a un buen amigo o a alguien a quien queremos de verdad tan mal como nos hablamos a nosotros mismos. Esta autocrítica despiadada, este empujarnos y forzarnos acabará por ponernos en el camino de la depresión, la ansiedad, tal vez incluso de la adicción y hacernos daño a nosotros mismos.

Piensa en todo tu comportamiento como un programa que simplemente se repite y se repite, a menudo sin tener en cuenta el contexto. (El comportamiento era útil en el contexto de un niño pequeño en una familia difícil, pero ese contexto ya no existe; el contexto ha cambiado.) Eres una máquina; mientras te resistas a la programación, ésta persistirá, se hará más fuerte y aumentará el sufrimiento.

A continuación, sugiero otra estrategia más útil:

Deja de intentar cambiar. Eres quien eres; tu programación es profunda. En lugar de eso, acepta quién eres. Elige ser quien eres y obsérvate con curiosidad abierta. (Observas para comprender, no para juzgar ni culpar.) Y con un sentido de cariño hacia ti mismo. (Fracasarás, a veces de forma espectacular; es entonces cuando nuestra necesidad de cariño hacia nosotros mismos es mayor; nos permite aceptar y volver a empezar). Y con sentido del humor. (En el gran plan cósmico todos somos absurdos).

El cambio sólo se producirá cuando dejemos de forzar el cambio.

Y ésta es la paradoja: el cambio surge de forma natural una vez aceptemos realmente que no podemos cambiar.

Comentarios de la comunidad

Nacho A. M.

Si oscurecen el texto sobre el fondo blanco resultará mas fácil y legible la lectura. El contenido de este boletín simplemente magistral, les felicito.

Nacho A. M.

Si oscurecen el texto sobre el fondo blanco resultará mas fácil y legible la lectura. El contenido de esta boletín simplemente magistral, les felicito.

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