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Geoffrey Molloy
Si sólo pensar en pasar la navidades en familia te irrita, algunos consejos para que estos momentos se lleven mejor.
diciembre 18, 2018
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Si te crees “iluminado” pasa una semana con tu familia.
Es una cita de Krishnamurti – Conmovedor y gracioso.
Estas fechas, Navidades, Año Nuevo y Reyes muchas veces significan el momento del año cuando las familias se juntan.
Para algunos que leen esto, la idea de encontrarse con la familia durante las vacaciones puede que les haga sentir una aureola calurosa en su corazón. Para otros, la idea de pasar las fiestas con la familia inmediatamente les encoge el corazón. Otros sienten que preferirían estar en cualquier otro lugar pero se sienten obligados a asistir. (“Después de todo, es mi familia; puede que sea una bruja, pero es mi Madre. Tendré que intentar comportarme de manera estoica.”)
Como adultos y por muy exitosos que nos creamos ser en nuestras vidas profesionales, cuando volvemos a casa todo esto parece volar por la ventana y nos encontramos tratados como adolescentes e incluso nos encontramos comportándonos como adolescentes. Parece que todos aprieten nuestros “botones”. Incluso nos enfadamos con otros y con nosotros mismos por no ser capaces de controlarnos a nosotros mismos.
Comparto algunos consejos:
Deja de imaginar lo que va a ocurrir: Si el mero pensamiento de encontrarte con la familia te irrita o te llena de un sentimiento de desastre inminente, ¡stop! En las palabras de Samuel Clemens: “He sufrido muchas catástrofes en mi vida pero la mayoría no ocurrieron.” ¿Por qué sufrir si no es necesario? Cuando te encuentres perdido/a en este tipo de pensamientos, vuelve a tus sentidos. Devuelve tu atención al momento presente. Fíjate en tus pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Luego haz tres respiraciones profundas. La clave es simplemente devolver tu atención al presente. No intentes rechazar los pensamientos irritantes; simplemente devuelve tu atención al momento presente.
Sé feliz en vez de tener razón: Muchas veces surgen discusiones cuando sentimos la necesidad de tener razón. Simplemente tenemos que ganar la discusión. Nos encontramos en modo piloto automático: ganar se vuelve de importancia primordial pero las malas emociones que estos tipos de discusiones generan pueden arruinar el resto de tus vacaciones. Pregúntate si es verdaderamente tan importante ganar la discusión.
Sé “mindful”: Busca oportunidades para tranquilizar tu mente simplemente haciendo lo que está delante de ti. Puede que sea poner la mesa, fregar, jugar con los niños. Devuelve tu atención plenamente a tus sentidos. Por ejemplo, fregar los platos está lleno de sensaciones, olores, texturas, temperatura. Tu actitud debería ser: simplemente friega por fregar.
Cuídate a ti mismo: Muchas veces en familias nos enseñan que cuidar de nosotros mismos es egoísta. Prefiero una actitud de egoísmo “iluminado”. Tengo que cuidar de mí mismo para cuidar de otros. Por ejemplo, si tienes a padres especialmente abusivos, hipercríticos que siempre te humillan, recuerda: no estás obligado a quedarte.
Sal al aire libre cada día: Da paseos. Consigue algo de luz del sol y aire libre. Desconecta de manera positiva.
Recuerda la siguiente oración: “Dios concédeme la serenidad de aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que sí, puedo cambiar y la sabiduría de entender la diferencia”. Intentar cambiar a otro te volverá loco/a. Cambia lo que sí, puedes cambiar – tu actitud y acciones. Recuerda, entre el evento y la respuesta siempre hay una elección (si estás despierto para ello.)
Sé agradecido/a: Entiende lo privilegiado y afortunado que eres: ser vivo, consciente (dos cosas increíblemente maravillosas), también tener comida, techo, agua y seguridad. Cuando vivimos con la visión más amplia, vemos muchos/algunos problemas como poca cosa.
Sé compasivo: El hecho es que todos tengamos lo siguiente en común: todos queremos ser felices y evitar el sufrimiento. Esta es nuestra intención pero metemos la pata. Es la condición humana. Cuando observamos la ira a través de los ojos de la compasión, nos damos cuenta de que detrás de la ira está siempre el temor. Cuando observamos a una persona arrogante a través de los ojos de la compasión, vemos que detrás de esa arrogancia está la inseguridad.
Sé amable/bondadoso: Haz un esfuerzo especial a lo largo de las vacaciones de salir de tu burbuja del “universo-centrado-en-mí” y ayuda a los que lo necesitan. Puede que sea algo tan sencillo como una conversación con alguien por ejemplo, con un vecino que está sólo en las fiestas o con alguien lejos de casa. Piensa especialmente en aquellas personas que no tienen familia, techo o suficiente comida. El hecho de que estas vivo y consciente significa que el mundo es diferente de lo que sería sin ti. Todos marcamos una diferencia en esta vida (lo queramos o no). Insiste en salir y marcar la mejor diferencia que puedas.
Geoffrey, Rhea, Kiira, Charlie, Mireya, Mariajo e Ishtar te deseamos salud y paz en tu corazón.
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Comentarios de la comunidad
elena
Nunca he contactado con vosotros, pero me encanta recibir el newsleter y aprender con lo que nos contáis en cada uno de ellos. Muchas gracias por ello y felices fiestas