alert text
Geoffrey Molloy
Mi respuesta a un mensaje recibido por una persona que ha leído Cero, Cero y se ha sentido incomodado.
enero 29, 2025
Alcohol independiente, Boletines,
no comments
Hoy quiero compartir con vosotros un escrito un tanto diferente a los que acostumbro a compartir. A lo largo de mi camino ayudando a las personas a dejar de beber, tanto a través de mi programa como de mi libro Cero, Cero, he tenido el privilegio de recibir mensajes semanales de personas que han transformado sus vidas al dejar de beber alcohol.
Sin embargo, también hay ocasiones en las que recibo mensajes de personas que no comparten mi perspectiva y que se sienten incómodas, incluso enfadadas con el mensaje que transmito. Hoy quiero compartir con vosotros mi respuesta a las reflexiones de un miembro de una octava generación de una familia bodeguera. Sus reflexiones son una representación sincera de quienes defienden el consumo moderado del alcohol y lo ven como un elemento cultural, social e incluso saludable, siempre que se disfrute con responsabilidad.
Creo que es valioso reflexionar sobre estos puntos porque, quizás, representan dudas o conversaciones que muchos de vosotros habéis tenido en algún momento. Mi intención es que este intercambio nos ayude a pensar más profundamente sobre nuestra relación con el alcohol. Por respeto, no compartiré el mensaje original.
——-
Mi respuesta:
Gracias por su correo electrónico. Sus palabras fueron educadas y consideradas y es comprensible que se sienta algo afectado por lo que ha leído. Sin embargo, creo que ha malinterpretado algunos de los puntos que planteo y, con respeto y para tener una comunicación clara, me gustaría empezar aclarando exactamente lo que quiero decir.
Hecho: El alcohol es una droga adictiva. Sobre eso no puede haber absolutamente ninguna duda o debate científico.
Hecho: Cualquiera que tome una droga adictiva habitualmente es dependiente de esa droga. Especialmente si el intervalo de consumo es más corto que el tiempo que tarda en eliminarse la droga del cuerpo.
Podemos ver esto claramente con cualquier otra droga adictiva, excepto el alcohol, que se considera un caso especial. En realidad, la única diferencia es que el alcohol es legal en esta parte del mundo.
Hecho: La dependencia del alcohol es la situación por defecto para la mayoría de los adultos en nuestra sociedad. El grado de dependencia varía y normalmente solo aumenta con el tiempo.
Vivimos en una sociedad en la que la mayoría de las personas empezaron a beber durante la adolescencia (la edad media para empezar a beber alcohol en nuestra sociedad es de 14/15 años). Esto nos lleva a la alarmante y desafortunada conclusión de que la mayoría de los adultos en nuestra sociedad simplemente tienen muy poca o literalmente ninguna experiencia de la vida adulta sin alcohol en sus cuerpos. La dependencia/adicción es parte del ruido de fondo de la vida y es efectivamente invisible.
Un proverbio chino dice que un pez no puede ver el agua en la que está, a menos que salte fuera de su pecera. Siguiendo la misma línea de este proverbio, imagine dos peces jóvenes nadando por ahí y se cruzan con un pez mayor. Él les saluda y dice: “Buenos días, chicos. ¿Cómo está el agua?”. Los dos peces jóvenes siguen nadando un ratito y luego uno mira al otro y le dice: “¿Qué diablos es eso del agua?”.
David Nutt, del Imperial College de Londres, llevó a cabo en 2008 varios estudios en nombre del Gobierno británico para cuantificar y calificar el daño causado por las veinte drogas más consumidas (tanto legales como ilegales) en nuestra sociedad. Se descubrió que la heroína era la droga más dañina a nivel personal. (El alcohol ocupaba el cuarto lugar). Sin embargo, si se incluye el daño a terceros, demostró que el alcohol es fácilmente la droga más dañina de nuestra sociedad. Aquí un diagrama del estudio.
La IARC clasifica el alcohol como carcinógeno de categoría 1, y la OMS afirma que no existe un nivel seguro de consumo de alcohol. Estos son simples hechos científicos independientes.
Cada bebida alcohólica se compone de tres partes:
1. La droga adictiva alcohol.
2. Los aromatizantes naturales e industriales para hacer más agradable el consumo de alcohol.
3. El marketing y la propaganda diseñados para enganchar a la gente y mantenerla enganchada.
Varios enólogos, bodegueros, escritores sobre el vino y dueños de restaurantes que han dejado de beber aquí conmigo, comparten esta visión.
Usted menciona “Dry January” que creo que es una costumbre interesante. Una minoría de personas lo prolonga a veces indefinidamente, lo que me parece maravilloso. En el Reino Unido, en 2023, participaron casi nueve millones de personas. ¿Qué motivaría a tantos a hacer eso? Creo que hay dos motivos básicos:
Los bebedores saben intuitivamente que el consumo de alcohol, ya sea en forma de cerveza, vino o licores, simplemente no es bueno para ellos y, por lo tanto, quieren tomarse un descanso.
Sienten la necesidad de demostrar que no son dependientes del alcohol. En su lógica distorsionada, creen que dejar de beber durante un mes demuestra que no tienen ningún problema, que lo tienen controlado. Así pueden beber durante el resto del año con la conciencia tranquila.
Sienten que están demostrando que tienen su consumo controlado. De hecho, demuestran lo contrario.
¿Por qué no tenemos «Enero sin Aguacates o Plátanos»? Porque no tenemos que demostrar que tenemos nuestro consumo de aguacates o plátanos controlado.
Cuando realmente controlamos algo, entonces no tenemos absolutamente ninguna necesidad de demostrar nuestro control sobre esa cosa. Solo cuando tenemos dudas o preocupaciones sobre nuestra relación con una cosa es cuando tenemos que demostrar nuestro control. ¿Qué pensaría Usted si le dijera con orgullo que siempre paso un mes al año sin comer plátanos, pero que puedo comerlos moderadamente el resto del año? Sugiero que se preguntaría por qué he tenido la necesidad de hacer tal cosa y que probablemente tengo algún tipo de problema con los plátanos. ¿No?
No cuestiono ni por un momento la inmensa habilidad, conocimiento y tradición de sus productos. Hace bien en sentirse orgulloso. Sin embargo, no se puede negar que el alcohol causa un gran daño en nuestra sociedad y en todo el mundo. Es la naturaleza de la droga.
Es absolutamente cierto que me gano la vida ayudando a personas a liberarse de su dependencia del alcohol y otras drogas (miles de personas y en cientos de negocios). Estoy muy orgulloso de mi trabajo y del de mi equipo. Escribí mi libro CERO, CERO para que mi programa (que creo que es el más eficaz disponible actualmente), esté al alcance del mayor número de personas posible.
Creo que todos marcamos una diferencia en esta vida. También creo que es importante marcar la mejor diferencia posible.
Siento una profunda satisfacción cada semana cuando recibo mensajes de personas que sufrieron horriblemente, contándome lo mucho mejor que es su vida sin alcohol. A menudo se trata de personas exitosas, inteligentes y amables que se dieron cuenta del efecto perjudicial del alcohol en sus vidas y en las vidas de sus seres queridos. También tuvieron el valor de dejar de poner excusas y hacer algo al respecto. Lo interesante es que todos ellos, sin excepción, dicen: “Si hubiera sabido la verdad sobre el alcohol, nunca habría tomado ese primer trago”. Todos ellos eran niños o adolescentes cuando empezaron y todos fueron bebedores “moderados” o “normales” en algún momento de sus vidas, a menudo durante muchos años, normalmente hasta que les pasó alguna tragedia o trauma.
Personalmente, no tengo nada en contra del alcohol. Es una realidad de la vida; es una sustancia natural producida por la putrefacción de la fruta. Sin embargo, creo que la forma en que se comercializa como diversión inofensiva, sofisticada, sexy o de alguna manera deseable, especialmente para los jóvenes, es engañosa y dañina. Es posible que Usted desee clasificar los vinos o las cervezas como alimentos, pero el hecho es que contienen una sustancia adictiva y tóxica llamada alcohol, que, al fin y al cabo, es la droga más dañina de nuestra sociedad.
Le deseo Paz, Salud y Felicidad.
</> with <3 by Latte
Comentarios de la comunidad