alert text
noviembre 10, 2021
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
14 comments
Mañana, 11 de noviembre cumpliré 64 años en la Tierra. Cuando reflexionaba en esto y recordé mi vida me vinieron a la mente mis “primeras” experiencias: mi primer cigarrillo cuando tenía 10 años; mi primer beso romántico cuando tenía 13 años – un recuerdo extrañamente enternecedor y fresco; salir de casa con 16 años y volar hasta Singapur para trabajar en un barco durante un año; conocer a Rhea por primera vez; mi primera meditación; mi primera guardia como oficial de la marina; pilotar por primera vez solo… tantas primeras experiencias que nunca volverán a repetirse. Mi mente luego empezó a reflexionar sobre lo opuesto: sobre cuántas experiencias he experimentando por última vez sin saberlo. Estas experiencias de “última vez” tienden a pasar desapercibidas hasta que… bueno… ya es demasiado tarde.
Se dice que nunca sabrás lo importante que alguien o algo es para ti, hasta que lo pierdes. Desafortunadamente, esto es una tendencia muy humana.
Han habido tantas “últimas veces”: mis compañeros de la marina que se ahogaron cuando su barco se hundió; la muerte en estos dos últimos años de nuestros dos caballos. Tuvimos tantas aventuras juntos – me acuerdo especialmente de una ruta de 4 días que hicimos con toda la familia a caballo hasta Potes. A su vez, también me acuerdo de pasar muchas horas con ellos cuando enfermaron. Incluso ahora cuando escribo sobre esto siento como una tristeza brota en mi pecho y garganta. Había tantas “últimas veces” con ellos: la última vez que sentía su respiración dulce y calentita en mi cara; la última vez que acaricié su nariz de terciopelo; la última vez que acaricié sus cuellos musculosos, lustrosos y calentitos.
También forma parte de esta lista, el hombre que siempre comía su menú en el mismo restaurante que nosotros; siempre estaba ahí hasta que de repente ya no estuvo. (Había muerto de un infarto.) Nuestras interacciones fueron amistosas sin llegar a ser amigos. Le ví por última vez sin darme cuenta. Todo lo que quedó fue un sentido de que faltaba algo, parecido a cuando mi lengua inconscientemente busca el espacio después de que me hayan quitado un diente.
¿Cuándo será la última vez que saborees una naranja o la última vez que te sientes en un columpio? ¿Y la última vez que nades en el mar o abraces a un ser querido? ¿Y cuántos de estos momentos de “la última vez” han pasado y no lo sabemos todavía?
Si estás leyendo esto, puede que pienses que estos no son más que los pensamientos sensibleros de un vejestorio.
He descubierto que ser consciente de que “puede que esto sea la última vez”, de cierta manera hace sagrado el momento: un aprecio del milagro y regalo de la vida; del inmenso privilegio de estar aquí, formando parte del universo, conscientes y con la capacidad de apreciarlo todo. A medida que escribo esas palabras, otra vez siento como la emoción agridulce brota en mí.
En realidad hay sólo dos cosas ciertas en esta vida: morirás y no sabes cuándo.
Así que vive con esa realidad: no salgas de casa después de haber tenido unas malas palabras con alguien sin antes haberlo arreglado; nunca pierdas la oportunidad de demostrar cariño bondadoso; no pongas tener razón por encima de ser feliz; no esperes a decirle a alguien que le quieres; no esperes a pedir perdón o perdonar.
Observa como crece tu aprecio hacia la vida y tu conexión con todo.
</> with <3 by Latte
Comentarios de la comunidad
Geoffrey Molloy
Un abrazo fuerte bezasos también de mi Rhea y todo el equipo.
Geoffrey Molloy
Gracias Amigo abrazos de Rhea yo y todo el equipo. Espero verte en Cantabria algún día. abrazos amigo
Geoffrey Molloy
Hola Filipe, es demasiado fácil olvidarnos de milagro de la vida de estar aquií que nada es pemanente. gracias por compartir tus observaciones. un abrazo fuerte
Geoffrey Molloy
Gracias Alejandro, he pasado un cumple en familia muy agradable. un abrazo.
Geoffrey Molloy
Gracias, de acuerdop con lo que has escrito. Solo hay dos cosas ciertas en esta vida. Voy a morir y no se cuando. Aunque parece deprimente decirlo. Pero si realmente vivimos con esta realidad presente en nuestras vidas viviremos mejor. Viviremos consciente del milagro de estar vivo, consciente y con la habilidad de apreciar. UN abrazo fuerte.
Geoffrey Molloy
Hola Fidel, Grtacias por tu mensaje. En nuestro pueblo lo de las castañas se llama la magosta. lo hyemos disfrutado castañas asadas y dulces hecho de chocolate, miel y castañas deliciosa! un abrazo a tí y toda la familia.
Geoffrey Molloy
Gracias maría por tu comentario. Me alegro que el blog te sirve. UN abrazo fuerte desde mi y todo el equipo.xxx
María
Muchas felicidades Geoffry y muchas gracias por la gran ayuda que nos has dado a tanta gente Tus pensamientos siempre me enseñan y me ayudan a seguir y a disfrutar de todos los momentos de la vida, Siempre agradecida Maria
Fidel Corrales
Muchas felicidades Geoffrey, más vale tarde que nunca, ayer 11 del 11 fue San Martín o San Martiño se empieza las matanzas de los cerdos y asar castañas. Buen día para haber nacido. Un fuerte abrazo y muchísimas gracias.
Vicente A.
Felicidades Geoffrey, espero que estés pasando un gran día de cumple, Sabia reflexión la tuya, nos hace cuestionarnos muchas cosas, algo parecido me pasa a mi cuando pienso el tiempo que nos queda en horas o en días de estar con las personas que nos importan, si supiéramos ese dato de todos los que queremos, saldríamos ahora mismo corriendo a estar con con muchos de ellos….más rato. La vida es muy corta lo mires por donde lo mires y debemos disfrutarla cada día y cada momento. Por desgracia no sabemos ¿¿cuando será la última vez?? Gracias y felicidades, aun eres joven!!
Alejandro A.
Excelente artículo Geoffrey; mucho que reflexionar al respecto. Muchas felicidades por tu cumpleaños el día de mañana; que la pases de maravilla y cumplas muchos más con salud y éxitos. Un fuerte abrazo, y saludos a toda la familia y equipo de trabajo. Alejandro A.
Felipe de Castañeda
Lo primero... Muchas felicidades Geoffrey. Mira que casualidad que hoy es el aniversario de mi. Primera vez como profesor de la escuela pública. Y toda esa reflexión sobre la posibilidad de que sea la última vez la comparto. Cada día doy las gracias por todo lo vivido sabiendo que puede haber sido la última vez. Gracias Geoffrey.
Iñigo
Tomo nota Geoffrey de tu gran artículo Anotaré todas mis últimas veces, a partir de ahora para darme cuenta de que no habrá otra vez. Gracias amigo
Ana María Hernamperez
Estas hecho un joven con mucha sabiduría. Me gusta mucho leerte. Me aportas mucha paz. Gracias. Ana