¿La nicotina nos protege contra el Coronavirus?

Un estudio francés sugiere que el fumar podría proteger contra el coronavirus. Los titulares están diseñados para captar nuestra atención, no para informarnos.

Con agradecimiento a conversation.com

Han salido varios titulares sugiriendo que la nicotina podría protegernos contra el coronavirus.

Un estudio reciente que examinó el número de fumadores entre pacientes con COVID-19 en un hospital en Francia sugiere que el fumar podría hacer que las personas sean menos susceptibles a infectarse.

Había dos grupos incluidos en el estudio – 343 pacientes ingresados tratados por COVID-19 entre el 28 de febrero y 30 de marzo y 139 pacientes sin ingresar tratados entre el 23 de marzo y 9 de abril. Se les preguntaron si fumaban actualmente.

Se compararon las tasas de fumar en los dos grupos con la tasa en la población francesa general – y concluyeron que 4,4% de los pacientes ingresados y 5,3% de los no ingresados eran fumadores mientras que el 25,4% de la población francesa fumaba diariamente.

Los autores por tanto afirmaron que los fumadores actuales tienen una probabilidad mucho más inferior de desarrollar SARS-CoV-2  que la población general.

En otros países también se han encontrado tasas más bajas de fumadores entre casos de COVID-19.

Los autores del estudio francés han sugerido que el mecanismo detrás de los efectos protectores del fumar se encuentra en la nicotina.  ¡PUM! titulares sensacionalistas y como consecuencia las autoridades tuvieron que limitar las ventas de parches, chicles de nicotina para evitar “stockpiling” (lo que ocurrió con el papel higiénico) después de que este estudio fuese publicado.

P E R O

El equipo “Research Check”* explora unas explicaciones alternativas.

Estos resultados contradictorios pueden deberse a varios “bias” (sesgos en castellano).

Primero, “selection bias”. Puede que los pacientes del hospital tiendan menos a fumar diariamente que la población en general. Por ejemplo, personal sanitario y personas con afecciones crónicas existentes estaban desproporcionadamente representados en la muestra de pacientes ingresados – estos dos grupos normalmente demuestran una prevalencia más baja de fumar.

Un hecho clave, aproximadamente el 60% de los pacientes hospitalizados en el estudio fueron exfumadores (parecido a la prevalencia nacional). Puede que algunos hubiesen dejado de fumar muy recientemente en respuesta a las declaraciones de la OMS en cuanto al fumar como un factor de riesgo para COVID-19. Pero fueron clasificados como nofumadores diarios en el estudio.

Segundo: el “Social desirability bias”.  Puede que pacientes de COVID-19  tiendan más a negar que fumen cuando se les pregunte, en el deseo de demostrar a los profesionales médicos que estaban haciendo lo correcto.

Puede también que la recopilación de datos fuese incompleta por estar los hospitales inundados de casos COVID-19.

Finalmente, es importante fijarse que este estudio todavía no ha sido evaluado y comentado por otros científicos de la misma disciplina.

En conclusión… aunque parezca que existe una asociación entre el fumar y COVID-19 en estas muestras… no existe una relación causal que indique que el fumar previene COVID-19.

Normalmente se tardan mínimo meses entre la presentación de un estudio y la publicación. Pero en este caso se completaron las observaciones y publicaron sus resultados dentro del mismo mes.

Una consecuencia de esto es que puede provocar en la sociedad una esperanza excesiva en tratamientos no probados.

Hemos visto un fenómeno similar reciente con la droga hidroxicloroquina.

Así que ahora mismo tenemos que hacer un esfuerzo extra para asegurarnos de que datos nuevos no se malinterpreten o exageren.

*Research Check cuestiona estudios recientemente publicados y cómo están comunicados en los medios. El análisis está realizado por uno o más académicos no involucrados en el estudio y su trabajo está evaluado por otro académico para asegurar su exactitud.

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