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febrero 22, 2022
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Frustración, impaciencia, una tensión paralizante que te aprieta, sintiéndote como si podrías explotar de rabia. ¿Te suena? Bienvenido al club. La ira se encuentra dentro del rango normal de emociones humanas. La evolución nos ha dado la emoción de la ira para ayudarnos a superar peligros y para ayudarnos a conseguir lo que necesitamos para sobrevivir. La ira no es algo malo en sí; es simplemente una emoción, la cual, igual que cualquier otra emoción, puede ser útil o puede hacernos daño. En el trato diario entre unos y otros, muchas veces la ira hace daño.
Es probable que tú al igual que yo, vivas en una sociedad en la que no tienes que luchar por tu vida. Sin embargo, creo que en ciertas situaciones la ira sí, se puede justificar, especialmente en el caso de defender a otras personas incapaces de defenderse por sí mismas. Otros ejemplos podrían ser: cuando una población ya no aguanta la corrupción de la clase avariciosa que le domina; desigualidad terrorífica o una fuerza policial brutal y despiadada. Muchas veces es la ira colectiva la que finalmente consigue cambiar algo. La ira desenfrenada es destructiva y nada útil. Pero la ira también se puede canalizar para conseguir cambios frente a la injusticia.
Yo quiero hablarte de la ira del día a día, la que nos vuelve infelices a nosotros mismos y a otras personas. La ira puede hacer muchísimo daño. Si tenemos en cuenta el poder de la ira, es importante que la entendamos en vez de convertirnos en su víctima.
Vivir con ira crónica es vivir en un infierno auto-impuesto. Puedo pensar en pocas maldiciones peores que: “deseo que estés enfadado toda tu vida”.
Cuando estamos enfadados, el enfado contamina todo – en especial el enfado oculto o que no hemos examinado, lo que puede llevar a comportamientos destructivos como la agresión pasiva. El enfado quita el brillo a tu experiencia de la vida.
Recuerda, el hecho de que surja el enfado, no siempre es el problema; lo más importante es cómo te relacionas con tu enfado, una vez surge. Si permites que las emociones del enfado desarrollen tu historia, la cual a su vez crea aún más enfado y más pensamientos de enfado, entonces te convertirás en un esclavo de la ira.
Sin embargo, si adoptas la actitud: “Dejaré que todo sea una enseñanza” con una actitud de cariño mindful hacia ti mismo, entonces la ira/el enfado se convierte en una oportunidad de conocerte a ti mismo mejor en tu camino hacia la auto-realización.
Me encantaría conocer tu punto de vista y experiencia sobre cómo haces frente al enfado en tu vida.
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