alert title

alert text

Haz de la paz tu prioridad

Foto destacada de la publicación

Geoffrey Molloy

La paz se parece a la alegría en que sólo procede de un sitio: de nuestro interior. Siempre está ahí; sólo tenemos que aprender a apartarnos de nosotros mismos para conectar con ella.

febrero 6, 2024

BoletinesResiliencia - Mindfulness y más allá

no comments

«El destino de uno nunca es un sitio, sino una nueva forma de ver las cosasHenry Miller

La paz se parece a la alegría en que sólo procede de un sitio: de nuestro interior. Siempre está ahí; sólo tenemos que aprender a apartarnos de nosotros mismos para conectar con ella.  Cuando conectamos con nuestra paz interior, podemos encontrar fuertes sentimientos de serenidad, ecuanimidad, calma e incluso amor.

Un aspecto vital de la paz es tener la capacidad de estar simplemente con nosotros mismos. Esto es sorprendentemente difícil para muchas personas. En general, no entendemos realmente lo que es la felicidad. Nos han infectado con la idea parasitaria de que la felicidad está «ahí fuera»; es una distracción o desconexión de nosotros mismos, algo que se puede comprar o algo que podemos ingerir. Ansiamos distraernos de nosotros mismos, de nuestras vidas con algo: las redes sociales, las compras online, el sexo, Netflix, el alcohol y otras drogas, por nombrar algunos. Confundimos la sensación de estar ebrios con la felicidad. Muchos adultos siguen sin comprender que el estado de embriaguez no es lo mismo que la felicidad; de hecho, es lo contrario de la felicidad.

Otro error frecuente es hipotecar la paz en el momento presente por un acontecimiento imaginario en el futuro. Hay muchas versiones de esto: «cuando consiga este título, tendré paz/seré feliz. En cuanto consiga este trabajo, en cuanto encuentre a mi media naranja, en cuanto tenga suficiente dinero, en cuanto compre esta casa, en cuanto me haga la cirugía estética».

Vivimos en una sociedad capitalista/consumista en la que nos han educado y adoctrinado para ser empleados y consumidores. No cabe duda de que consumir puede crear una sensación temporal de alivio, de felicidad, por ejemplo una buena comida, comprar un coche, ropa nueva. Sin embargo, el efecto desaparece pronto y volvemos a sentir el ansia, por lo que necesitamos cenar en un restaurante aún más exclusivo, comprar una marca aún más exclusiva, comprar coches cada vez más llamativos. Nada de esto aporta una sensación duradera o profunda de felicidad, ni siquiera de satisfacción. Gran parte de lo que percibimos como felicidad no es más que una inflación temporal del ego.

El antídoto:

Desea las cosas que ya tienes en vez de tener cosas que deseas

La paz no significa la ausencia de emociones difíciles o incómodas, como la tristeza, por ejemplo; se trata simplemente de que el espacio de paz que hay en tu interior es lo suficientemente grande como para contener esa tristeza o cualquier sentimiento incómodo o difícil que pueda surgir. Los sentimientos difíciles pueden simplemente aceptarse o incluso ser bienvenidos, explorarse e integrar la experiencia. Algunos sentimientos nos abrumarán, pero no perdamos el tiempo sintiéndonos culpables o machacándonos; en vez de eso, los aceptamos y abrazamos e intentamos aprender la lección que nos ofrecen.

El tiempo sin distracciones, el tiempo para estar simplemente contigo mismo es algo que hay que abrazar en lugar de algo de lo que hay que huir.

Puede que estés pensando: «suena bien, pero ¿y los demás? ¡El infierno son los demás! Está muy bien hablar de paz, pero todo eso falla cuando nos encontramos con nuestro vecino difícil, nuestro cónyuge, nuestro compañero de trabajo o nuestra hija adolescente». Una forma más fructífera de ver estas situaciones es que todas son oportunidades para practicar mindfulness, la compasión, la autocompasión, el agradecimiento, la impermanencia, la alegría empática, por nombrar algunas.

Cuando damos prioridad a nuestra paz, asumimos la responsabilidad de nuestros sentimientos; no culpamos a los demás de cómo nos sentimos; no damos a nadie más esa responsabilidad. Esto también nos ayuda a liberarnos de la necesidad de tener razón (una de las barreras más comunes para la paz). Entendemos que cada uno vive en su propia producción teatral, cada uno con sus miedos, sufrimientos y distorsiones. Todos queremos ser felices y evitar el sufrimiento. Nadie tiene la obligación de satisfacer nuestras expectativas.

La paz está disponible en cada momento. Es una elección, la elección de estar presente o distraerse.

Elegir tu propio camino o seguir el que te han condicionado a seguir.

Comentarios de la comunidad

No comments found.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Enviar

</> with <3 by Latte