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Geoffrey Molloy
La paz siempre está en nosotros. La gran mentira que crea y alimenta al fantasma hambriento es que la felicidad está «ahí fuera» y se puede comprar o ingerir.
enero 23, 2025
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Una metáfora habitual en las religiones y filosofías orientales es la figura del «fantasma hambriento». Hay muchas variantes, pero en esencia el fantasma hambriento es una criatura que tiene una boca diminuta, un cuello largo y estrecho, pero un enorme estómago vacío. La consecuencia de esto es que, aunque come continuamente, nunca tiene suficiente, nunca puede estar satisfecho; por lo que se pasa la vida consumiendo constantemente pero sin encontrar nunca la paz. Para un fantasma hambriento, consumir simplemente aumenta su hambre insaciable.
Vemos que esto ocurre ahora con los billonarios que tienen riqueza suficiente para mil vidas, pero simplemente no es suficiente. Están rehaciendo el mundo a su propia imagen creando más y más fantasmas hambrientos para alimentar su insaciable codicia.
Piensa por un momento, si no estuvieras sujeto a ninguna consideración moral, si no te importaran lo más mínimo las consecuencias y el daño que tus acciones pudieran tener en las vidas de tus clientes, entonces, ¿qué tipo de cliente querrías crear? La respuesta a esta pregunta es un cliente adicto. En otras palabras, un fantasma hambriento.
Cuando digo adicto/dependiente me refiero a lo siguiente:
¿Cómo lo hacemos?
Pues las industrias que desean crear adicción lo consiguen manipulando un sistema natural que todos tenemos, un sistema de aprendizaje y adaptación.
Los seres humanos son sumamente adaptables. Basta con mirar a nuestro alrededor. Las personas que pasan mucho tiempo levantando pesos pesados en el gimnasio tienen cuerpos que parecen haber pasado mucho tiempo levantando pesos pesados en el gimnasio. Lo mismo podría decirse de los corredores de maratón y los ciclistas; también de los nadadores (que tienen sistemas cardiovasculares bien desarrollados). Otro ejemplo sería el de quienes practican inmersión en apnea y pueden aguantar la respiración durante más de 10 minutos.
Esta capacidad de adaptación se extiende a nuestro sistema nervioso y a nuestro cerebro. En nuestro cerebro, esta capacidad de adaptación y aprendizaje se conoce como plasticidad neuronal. Esencialmente podríamos definirla así: «Cualquier acción significativa que realice repetidamente alterará el funcionamiento y la estructura de su cerebro». (Esto se debe a que las acciones repetidas crean nuevas vías neuronales). Gracias a esto podemos aprender y recordar siempre cómo nadar, montar en bicicleta, conducir un coche; hay muchos ejemplos.
La industria alimentaria (especialmente la de los ultraprocesados) ha conseguido manipular este sistema con gran éxito, con la consecuencia de una epidemia de obesidad. La industria de los medios digitales/sociales también tiene un éxito increíble con consecuencias que incluyen epidemias de falta de concentración, peor salud mental, incapacidad para pensar de forma crítica. (Un aspecto peculiar de los medios sociales es su capacidad para crear y aprovechar el odio y la división en la sociedad con fines lucrativos.) Algo parecido podría decirse de las industrias del alcohol, el tabaco, el juego y la pornografía. Todas cuentan con algunas de las mejores mentes (personas sin escrúpulos) que trabajan para aumentar los beneficios creando fantasmas hambrientos. El sufrimiento que crean es difícil de medir, pero es inmenso.
La paz siempre está en nosotros. La gran mentira que crea y alimenta al fantasma hambriento es que la paz/felicidad está «ahí fuera» y se puede comprar o ingerir. Sin embargo, una cosa es absolutamente cierta: nunca encontraremos lo que buscamos si seguimos el camino del fantasma hambriento. Nuestra verdadera misión consiste en quitarnos a nosotros mismos de entre medio para descubrir la paz, el amor, la conexión que todos llevamos dentro siempre.
Es hora de hacernos conscientes del fantasma hambriento que todos llevamos dentro y actuar para eliminar su poder. Al hacerlo te liberas y tienes la oportunidad de escribir tu propio guión, de tomar las riendas de tu vida.
Paz, Salud y Felicidad
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