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enero 10, 2019
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Me gustaría compartir lo siguiente contigo.
Mientras investigaba el perdón encontré esta carta escrita por Michael B. Ross, un asesino en serie que fue ejecutado en 2005 después de haber pasado 18 años en corredor de muerte. La claridad de visión y de expresión se encuentra en los sitios más insospechados.
“El perdón, ¿qué es?”
El perdón es una especie de realismo. No niega, no minimiza ni justifica lo que otros nos han hecho, ni el dolor que hemos sufrido. Nos anima a explorar aquellas antiguas heridas de frente y verlas por lo que son. Nos permite darnos cuenta de cuánta energía hemos malgastado y cuánto daño nos hemos hecho a nosotros mismos por no perdonar.
El perdón es un proceso interno. No se puede forzar y no se consigue fácilmente. Viene acompañado de un gran sentido de bienestar y libertad. Sin embargo, sólo podemos experimentar esto si queremos curarnos y si estamos dispuestos a trabajar por ello.
El perdón es una señal de auto-estima positiva. Ya no nos identificamos con nuestros daños e injusticias pasados. Ya no somos víctimas. Reivindicamos el derecho de dejar de sentir dolor y decimos: “estoy cansado del dolor y quiero curarme.” En ese momento el perdón se vuelve una posibilidad ─ aunque necesite tiempo y mucho esfuerzo para poder conseguirlo finalmente.
El perdón significa soltar el pasado. No borra lo que ocurrió pero sí, nos permite minimizar o tal vez incluso eliminar el dolor del pasado. El dolor de nuestro pasado ya no dicta cómo vivimos en el presente y ya no determina nuestro futuro.
También significa que ya no necesitamos el resentimiento y la ira como excusa por nuestros defectos. Ya no los necesitamos como un arma para castigar a otros ni como escudo para protegernos a nosotros mismos al mantener a otros alejados. Y sobre todo, no necesitamos que estos sentimientos identifiquen quiénes somos. Nos convertimos en algo más que simples víctimas de nuestro pasado.
El perdón significa que ya no queremos castigar a aquellos que nos hicieron daño. Trata de entender que la ira y el odio que sentimos hacia ellos nos hacen más daño a nosotros que a ellos. Trata de ver cómo nos escondemos a nosotros mismos en nuestra ira y cómo aquellos sentimientos impiden que nos curemos. Significa descubrir la paz interior que se vuelve nuestra cuando soltamos el pasado y nos olvidamos de la venganza.
El perdón significa pasar página; reconocer todo lo que hemos perdido por negarnos a perdonar. Trata de darnos cuenta de que la energía que gastamos aferrándonos al pasado se gasta mejor en mejorar nuestro presente y futuro. Significa soltar el pasado de manera de poder seguir con nuestras vidas.
Todos hemos sido dañados. En algún momento u otro la mayoría de nosotros hemos cometido el error de huirnos del pasado. El problema es que independientemente de lo rápido y de lo lejos que huyamos, el pasado siempre nos alcanza y normalmente en el momento más inoportuno. Cuando perdonamos estamos tratando con el pasado de tal manera que ya no tenemos que huir de él.
Para mí, aprender a perdonar no fue fácil. Sin embargo, sí acabé aprendiendo y mi vida es mejor gracias a esto ─ incluso, aquí en el corredor de muerte.”
Michael B. Ross, Death Row, Somers, Connecticut
“Sentir ira significa permitir que los errores de otros te castiguen a ti”.
“Perdonar a otros significa cuidar de ti mismo y ser bondadoso contigo mismo.”
Master Cheng Yen
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