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octubre 11, 2022
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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La sabiduría puede definirse como nuestra capacidad para tomar buenas decisiones. También es cierto que nuestra capacidad para tomar buenas decisiones se basa en nuestra experiencia de malas decisiones.
Uno de los remordimientos que la gente expresa cuando la entrevistan al final de su vida es no haber asumido un riesgo, el miedo a la opinión de los demás, a quedar mal, a quedarse en su zona de confort, en lugar de salir y arriesgarse a fracasar.
Todo el mundo tropieza en alguna situación en su vida; normalmente nos sacudimos el polvo y volvemos a empezar.
Basta con observar a mis nietos pequeños aprendiendo a caminar para comprobar que esto es cierto. Lo intentan, se caen, se hacen algunos chichones o rozaduras, tal vez derraman algunas lágrimas, se levantan y vuelven a intentarlo.
No hay forma de aprender a caminar sin pasar por este proceso de ensayo y error. ¿No es así en la vida? De hecho, sería justo decir que una vida bien vivida es un proceso de idea, acción, consecuencias, experiencia y, con suerte, sabiduría. En otras palabras, es el camino del crecimiento y de la autorrealización.
La visión binaria de los errores -éxito/fracaso, bueno/malo, ganador/perdedor- es muy limitante y simplemente no es así. Es mucho más sutil. Los «errores» pueden llevarnos a las consecuencias más fortuitas. Hay muchos ejemplos de esto en la historia.
Si alguna vez te has beneficiado de los antibióticos, te has beneficiado de lo que inicialmente fue un error, pero que condujo al descubrimiento de la penicilina. El descubrimiento de los post-it y de los rayos X son el resultado de este proceso.
Nos caemos para aprender a levantarnos. En mi propia vida, algunas de las situaciones más duras, los momentos de mayor sufrimiento, recuperarme de un error, me proporcionó las mayores lecciones y la sabiduría posterior.
Comete el error, entiende lo que ha pasado, recupérate rápidamente y sigue adelante. No pierdas el tiempo reprochándote a ti mismo, preguntándote qué pensaron o pensarán los demás.
Rhea y yo llevamos casados treinta y dos años, algo por lo que me siento profundamente agradecido. El éxito y la felicidad que hemos encontrado juntos ha sido gracias, en parte, a los errores y al aprendizaje en relaciones anteriores, también dentro de nuestra propia relación.
Si cometes errores, asegúrate de que sean nuevos para ti. Sin embargo, repetir los mismos errores significa que probablemente necesitas profundizar en ti mismo para encontrar cuál es tu punto ciego. Necesitas elevar tu nivel de conciencia.
Confía en el proceso de la vida.
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Comentarios de la comunidad
Sara Somoza Barredo
Me ha encantado, gracias Estuve en un retiro de mainfulness con vosotros hace años y fue genial Muchas gracias de nuevo por vuestras aportaciones que siempre suman :)