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octubre 9, 2018
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
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Dos cosas que realmente harán una diferencia en tu vida:
Ser duros con nosotros mismos, la dura auto-crítica, muchas veces son las herramientas que empleamos para ser «buenos»; esforzarnos, asegurarnos de que hacemos lo que “deberíamos” hacer, ser las personas que “deberíamos” ser. Lo que yace por debajo de todo esto es el miedo – el miedo de que si dejamos de presionarnos, acabaremos poco «merecedores» – todo un fracaso.
Esto se hace más evidente cuando queremos «arreglar» algo que creemos que es «malo» sobre nosotros mismos – algún comportamiento habitual que «no deberíamos” de tener: estar distraídos, comer en exceso, costar encontrar pareja, sentirnos ansiosos, enfadarnos, mirar el móvil demasiado, no ser lo suficientemente pacientes o bondadosos. Cuanto mayor sea el deseo de cambiar, tanto más frenéticos nos volvemos en nuestra actividad para conseguirlo. Nos presionamos más, nos juzgamos y nos criticamos con más dureza. Nos forzamos a entrar en un bucle, machacándonos, seguido por un sentimiento de fracaso y luego nos criticamos con aun más severidad. El bucle se vuelve cada vez más compulsivo. Incluso podemos encontrarnos en la absurda situación de machacarnos por no poder dejar de machacarnos con la extraña esperanza de que esto nos ayude a dejar de machacarnos. Así que, a pesar de nuestros esfuerzos hercúleos, cambiamos muy poco.
Si simplemente paramos y abrazamos la quietud por un momento y dejamos de lado la idea de que tenemos que empujarnos constantemente, estar en actividad frenética constante, entonces veremos la inutilidad absoluta de esta estrategia de auto-machaqueo; veremos que no es efectiva. Es más útil simplemente soltarlo y probar ser bondadosos con nosotros mismos. Igual que lo haríamos con un amigo querido o con un niño.
Nuestro deseo automático de evitar sentimientos incómodos o desagradables nos mantiene estancados – frustrados y sintiéndonos mal con nosotros mismos. Porque aunque entendamos racionalmente lo que queremos cambiar, el simple hecho de saber esto parece no tener efecto y es con una sensación de frustración o enojo que nos damos cuenta de que estamos nuevamente en el mismo lugar. Pero si soltamos lo que deberíamos hacer y simplemente aprendemos a estar con nuestros sentimientos incómodos, entonces empezaremos a ver y experimentar la joya del crecimiento que contienen estos sentimientos. Los veremos por los amigos que son y por la información interesante que contienen.
Si practicas estas dos cosas, el camino del cambio se abrirá para ti.
</> with <3 by Latte
Comentarios de la comunidad
Ana
Parece que este artículo se ha escrito para mi. Tienes toda la razón , intentaré cambiarlo Gracias!