¿TE RECONOCES EN ALGÚN PERFIL?
- La persona que bebe sola.
- La persona que bebe socialmente (es decir, nunca bebe sola / nunca en casa).
- La persona que sabe que estaría mejor sin beber (por su salud), pero se siente incapaz de dejarlo.
- La persona que deja de beber cada domingo y vuelve a beber cada viernes.
- La persona que no bebe mucho, pero cuando empieza, no puede parar.
- La persona que se siente muy presionada por su familia/cónyuge para que beba menos o que lo deje totalmente.
- La persona que se siente esclava del alcohol. (Lleva su vida más o menos bien, pero pasa todo su tiempo libre bebiendo).
- La persona que bebe «lo normal» pero de algún modo intuye que «lo normal» es probablemente excesivo.
- La persona a la que le preocupa que, si deja de beber, tendrá que aguantar el estigma de ser alcohólica.
- La persona que se critica sin piedad por beber y no puede dejar de pensar en ello.
- La persona que se siente deprimida y ansiosa. El alcohol parece aliviarlo y empeorarlo a la vez.
- La persona cuyo planteamiento es: “No quiero morir pero tampoco me entusiasma seguir vivo.”
- La persona que lo tiene controlado normalmente, pero de vez en cuando pierde el control.
- La persona que está preocupada por el efecto que tiene en sus hijos.
- La persona que empezó a beber por un trauma (su punto de inflexión). Eran bebedores normales hasta el divorcio, muerte, accidente, depresión, tragedia, etc.
¿Qué tienen en común todos los bebedores descritos anteriormente?
Todos son dependientes del alcohol. Dependientes. Y lo que es más importante, de algún modo reconocen que el alcohol no es compatible con su bienestar físico y mental.
La verdad es simple: el alcohol es una droga adictiva. Cualquier persona que lo consuma habitualmente desarrolla dependencia. Y en nuestra sociedad, la norma por defecto es esa dependencia. La mayoría de los adultos no conocen lo que es vivir plenamente sin alcohol.
Sin embargo, cada vez más personas están despertando. No hay sacrificio alguno en dejar de beber. No eres una víctima por dejarlo; eres un héroe.
Todos, absolutamente todos, pueden dejar el alcohol de forma sencilla y sin sufrimiento. Es posible vivir la vida que mereces, una vida de paz, felicidad y libertad.
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Comentarios de la comunidad
Geoffrey Molloy
Buenos días Alejandra, gracias por tu comentario. Me alegro que actualmente no consumes. La relación con el alcohol siempre es una locura. Por un lado queremos (por instinto) vivir bien que claramente no es compatible con el cosumo de una droga adictiva y tóxica. Nos enganchemos joven inocentes sin realmente entender lo que era. Como cualquier trampa eficáz, no te das cuenta que es una trampa hasta el momento que quieres salir y descubres que no es tan fácil. Todo la situación podría aparecer más complicada si además estamos intendtando gestionar traumas sebre todo de la niñez. La percepción del alcohol y la dependecia de lo mismo es un modelo mental incorrecto y manipulado. Un especie de idea parasítica que beneficia pricipalmente la industría alcoholica y la industría de "recuperación". Una vez que consigues corrigir el mapa mental y adoptes la percepción adecueda entonces se puede liberarse de este esclavitud, de formar rápida, sin sufrir, sin echarlo de menos.Puedes leer mi libro (Cero Cero) que te ayudará llegar a una percepción adecuada. Si quieres además resetear la vida, hacemos cursos residenciales aquí en Cantabria. Con mucho gusto te mandamos la información. Te deseo paz salud y felcidad. Abrazos desde Cantabria
Alejandra
He tenido etapas de muchos problemas con el alcohol m, en este justo momento no. Pero pienso que tengo una relación insana con él y preferiría fuera de mi vida.