alert text
Geoffrey Molloy
La habilidad de perdonar es una habilidad vital para tu bienestar. El mayor beneficio de perdonar cae sobre la persona que perdona. Este proceso de perdón es para ti.
febrero 9, 2021
Boletines, Resiliencia - Mindfulness y más allá,
one comment
La habilidad de perdonar es una habilidad vital para tu bienestar. El mayor beneficio de perdonar cae sobre la persona que perdona. Este proceso de perdón es para ti.
Cuando somos incapaces de perdonar, revivimos constantemente el mal que se nos ha hecho (en vez de simplemente recordarlo). Cada vez que esto ocurre, el cuerpo entra en modo supervivencia. En otras palabras, sufrimos una reacción aguda de estrés. El efecto acumulativo de esta reacción puede ser muy peligroso. Estudios realizados en Irlanda del Norte demostraron que aquellas personas incapaces de perdonar y seguir adelante tenían muchas más probabilidades de sufrir una depresión, adicción, ansiedad, suicidio y ser menos capaces de mantener relaciones interpersonales sanas. La inhabilidad de perdonar terminará envenenando todos los aspectos de tu vida.
El daño que experimentas ocurre cuando alguien se comporta de una manera que no alcanza la expectativa de cómo tú crees que se debería de haber comportado. Cometes el error de tomártelo como algo personal, lo que naturalmente hace que te sientas mal. Ahora cometes otro error que es culpar a la otra persona por tus sentimientos. En otras palabras, le das la responsabilidad a esa persona de cómo te sientes tú (a menudo sin que se entere). De aquí desarrollas una historia en la cual juegas el papel de víctima. Das muchas vueltas a esa historia y esto provoca la reacción de estrés acompañada a menudo de enfado (sobre la horrible injusticia que has sufrido), humillación y remordimientos (quizá porque no fuiste lo suficientemente fuerte para resistirlo). El resultado es que sufres mental, física y emocionalmente. La actitud de víctima es la peor actitud que puedes adoptar. Te hace sentir sin poder sobre tu vida; te hace sentir como si te estuvieses volviendo loco/a. Perdonar un error pasado es una de las cosas más saludables que puedes hacer por ti mismo.
Perdonar es una de las mejores cosas que puedes hacer para reducir el sufrimiento, dejarlo ir y seguir adelante con tu vida.
El perdón ha caído principalmente en el campo de las religiones durante muchos años. Sin embargo, el perdón tal y como lo definimos aquí, no se trata de ser una buena o una mala persona: ir al cielo o al infierno. No hay connotaciones místicas ni religiosas. Perdonar en el contexto que utilizamos nosotros significa ser capaz de recordar, pensar en o hablar de una situación en la que se te hizo daño sin experimentar sufrimiento de nuevo.
A continuación, te paso una breve guía de cuatro pasos sobre cómo perdonar:
¿Cómo hacerlo?
Este proceso puede ser incómodo, así que necesitamos una manera de trabajar todos esos sentimientos molestos que puedan surgir. Si mientras trabajas todo esto, sientes surgir emociones fuertes:
Tu actitud debería ser de curiosidad abierta lo máximo que puedas (sin juzgarte, sin creer que deberías pensar o sentir algo diferente, tu trabajo es simplemente sentir). Cariño hacia ti mismo (esto no es fácil, trátate como tratarías a un buen amigo), y si es posible, un toque de humor.
Haz una respiración abdominal fuerte. Lleva tu atención primero a tus pensamientos, simplemente nótalos, nota tus sentimientos y ahora deja que tu atención se expanda escaneando tu cuerpo. Si notas un foco de emociones lleva tu atención a la sensación e inspira llenando esa sensación con tu aliento. Ahora exhala, imagínate que mientras expulsas el aire también estás echando la sensación.
El proceso
Estableciendo los parámetros: Es mejor hacer esto por escrito: comprométete al proceso por muy difícil que parezca. “No importa lo que cueste, lo haré hasta el final”. Recuerda, es posible que no salgas victorioso la primera vez. Por ejemplo, yo perdoné a mi padre tres veces antes de sentirme verdaderamente libre. Es importante dejar por escrito con el mayor detalle posible lo que estás perdonando y lo que significa para ti.
Observa el aspecto impersonal: La persona se comportó de esa manera contigo, no por cómo eres tú, si no por cómo es esta persona. Esa persona no se comportó tal como tú pensabas que debería haberlo hecho y te sentiste herido. Es bastante probable que la persona que quieres perdonar ya se haya olvidado de ello y mientras tú te has estado torturando, reviviendo el daño vivido, esa persona le ha hecho lo mismo a otras personas y casi seguro que seguirá haciéndolo. De todas maneras, nadie tiene la obligación de conformarse con tus expectativas. Por ejemplo, las personas enfadadas pueden tener un efecto tóxico en la gente a su alrededor. No puedo pensar en una maldición peor que “ojalá estés enfadado por siempre” habiendo sufrido ira crónica sé que vivir enfadado es vivir en un infierno. Mi actitud hacia tales personas es de compasión. La arrogancia es una manera de enmascarar el miedo y la inseguridad, cuando miramos a la gente con ojos compasivos dejamos de verlo como algo personal y vemos que el comportamiento de esa persona es por su mundo interno. Todos somos el resultado de nuestras circunstancias, ninguno de nosotros vive completamente aislado. Ten claro que esto no es lo mismo que excusar a una persona, independientemente de su historia, todos somos responsables de nuestro comportamiento.
Hazte responsable de tus emociones: Tu felicidad y bienestar son más importantes para ti que cualquier persona. Hay dos aspectos importantes a los sentimientos generados cuando sentimos que algo es injusto. Cometemos el error de culpar a la otra persona por cómo nos sentimos, lo que nos hace enfadar, sentirnos ansiosos y sin poder. Extrañamente también podemos sentir que “se merecen” estas emociones terribles que tenemos en nuestro cuerpo: enfado, deseo de venganza, puede que incluso odio. Esto es como beber veneno con la esperanza de matar así a otra persona. Culpar es fácil, pero te condenas a ser una víctima el resto de tus días. Eres la única persona que puede ser responsable de tus sentimientos.
Ahora coge la carta que has escrito, quémala mientras dices “te perdono”. Utiliza la técnica de respiración descrita anteriormente para ventilar cualquier sentimiento que pueda surgir. Si a lo largo del día surgen recuerdos del dolor vivido en tus pensamientos, di “te perdono” y repite la práctica de la respiración, ventila el sentimiento.
Cambia tu historia: El dolor que sientes cuando vives un agravio, cuando culpas, cuando sientes enfado no sirven de nada, son el resultado de una actitud de víctima. Cambia tu historia y conviértete en el héroe. No lo mires cómo “mira lo que me hizo ese/a idiota, me arruinó la vida, ¡fue tan injusto!”
Prueba lo siguiente: Tuve la mala fortuna de encontrarme bajo el poder o influencia de malas personas, esto me hirió, fue muy duro, por un tiempo pensé que nunca podría ser feliz. Sin embargo, me levanté y tomé responsabilidad sobre mí mismo, decidí vivir mi vida bien. Tengo un trabajo que me encanta, una pareja y familia maravillosas. Tengo un rango increíble de experiencias en mi vida. He triunfado sobre la adversidad, me he convertido en una persona más compasiva. Tengo amor, conexión y cariño en mi vida. Me siento dichoso.
Si tienes alguna pregunta o quieres aclarar algo, por favor ponte en contacto con nosotros.
</> with <3 by Latte
Comentarios de la comunidad
Marta
Un maravilloso ejemplo de camino de vida, muchas gracias por compartir y ayudarme a ser más consciente de mi responsabilidad