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febrero 26, 2015
Alimentación consciente, Boletines,
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Otro pensamiento que me surgió cuando decidí apartar la leche de vaca de mi dieta, fue: «¡AAAAAAH! (o algo un pelín menos dramático) ¡¿Cómo voy a sobrevivir sin la lasaña o canelones u otros platos elaborados con la salsa Bechamel?!» Me encantan todos estos platos cremosos. Ya sé que hay problemas más importantes en la vida pero la verdad es que mi decisión empezaba a flaquear algo. Así que me puse a experimentar. El resultado lo puedes ver en este pequeño vídeo.
Encuentro que una lasaña elaborada con esta salsa bechamel a parte de no hacernos el daño que nos hace la leche de vaca, «pesa» mucho menos que una lasaña tradicional.
RECETA BECHAMEL SIN LECHE DE VACA
Ingredientes
(En cuanto a las cantidades, puedes jugar y experimentar. Depende también de cuántos seamos.)
– Aceite de oliva virgen o suave 100 ml más o menos
– 6 cucharadas colmadas de harina blanca de trigo o espelta (Ahora, está claro que la harina integral es mucho más sana y se puede utilizar sino te importa tener una salsa bechamel «beige» y con trozos de fibra. Si tienes una familia quejica, seamos pragmáticos y vamos a utilizar la harina blanca. Otra solución es tamizar la harina integral para conseguir una harina medio integral).
– Taza de vino blanco
– Caldo vegetal (si tienes un caldo ya hecho (incluso de gallina y vegetal… maravilloso.)A veces tengo que confesar que recurro a las «pastillas». Si conoces una buena pastilla de herbolario, bien, agradecería que lo compartieses con nosotros. Hasta ahora no he encontrado ninguno. La pastilla integral vegetal que mejor me sabe se llama Cusina y lo compras en LIDL.
– Agua – cantidad, depende.
Colocamos el aceite en la cazuela (una mediana) y añadimos la harina hasta conseguir un «roux» – una especie de pasta ni demasiado aceitosa ni demasiado harinosa. La vamos calentando a fuego medio dos minutos y ahora incorporamos el vaso de vino mezclando constantemente (con cuchara de madera o con varilla)… Luego añadimos el caldo poco a poco (mejor calentado previamente pero tampoco es imprescindible). Terminamos por ajustar el sabor y la textura a nuestro gusto. Si queremos, podemos añadir perejil picado o antes de añadir la harina, pochar media cebolla picada en el aceite. Experimentemos.
¿Y qué utilizamos entonces en vez del queso? La razón por la que nos gusta el queso es, en parte, por su elevado contenido en sal y porque el 70% es grasa pura y esto alegra al paladar. Seamos conscientes que sólo necesitamos 3g de grasa al día y todo lo demás acaba forrando nuestros vasos sanguíneos y en nuestras caderas (señoras) «lips to hips» en inglés). Así que recomiendo que en vez de utilizar parmesano para gratinar, pruebes la siguiente mezcla:
NO-PARMESANO
Ingredientes
– Una taza de almendras crudas peladas pulverizadas
– Una taza de levadura nutricional (No es la levadura de cerveza) – Se pide en herbolario. Se muestra en esta foto.
– Pizca de sal
– Pizca de cebolla en polvo
Mezclamos todo y lo guardamos en un bote de cristal hermético -así de fácil. Dura hasta un mes en la nevera.
Vídeo realizado por Geoffrey y Rhea. Reconocimiento del sonido a Ace of Base (All that she wants is another baby).
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