alert title

alert text

NIETOS COMO MAESTROS

Foto destacada de la publicación

Geoffrey Molloy

Una de nuestras hijas se ha casado este verano – una maravillosa excusa para que nos visite toda la familia – nuestros cinco hijos, sus parejas y  nuestros tres nietos. Simple felicidad: las comidas, las tertulias sobremesa, las risas, el delicioso caos de todo el conjunto. Lo que me gusta particularmente de mis nietos es […]

septiembre 2, 2014

BoletinesResiliencia - Mindfulness y más allá

no comments

jeansfeetinsandUna de nuestras hijas se ha casado este verano – una maravillosa excusa para que nos visite toda la familia – nuestros cinco hijos, sus parejas y  nuestros tres nietos. Simple felicidad: las comidas, las tertulias sobremesa, las risas, el delicioso caos de todo el conjunto.

Lo que me gusta particularmente de mis nietos es que parece que me ven simplemente como un grande y peludo compañero de juego. Su actitud me hace capaz de serlo fácilmente. Cualquier abuelo o abuela que lea esto probablemente me entienda cuando digo que soy capaz de ser un compañero de juego para mis nietos de una manera que no fui capaz con mis propios hijos (sus padres).

Lo que sí está claro es que jugar en la playa con niños pequeños es sorprendentemente gratificante. Lo que he notado es que los niños pequeños saben intuitivamente cuando estás plenamente en el presente con ellos y reaccionan de una manera muy diferente cuando – aunque seas consciente de ellos – de hecho estás perdido en tus pensamientos, preocupándote por o planificando el futuro o reviviendo el pasado. Estando con ellos, observando e interactuando en el momento presente es tan enriquecedor; para mí es como si dejasen de ser “nietos” y se convirtiesen en pequeñas personas que, al igual que yo, quieren o están intentando ver el sentido del mundo. Ya que pasan tanto tiempo en el momento presente, los niños pequeños verdaderamente tienden a preguntar las mejores preguntas. Todavía no han perdido la habilidad de sentir las cosas directamente.   Tratan la realidad momento a momento, directamente a través de sus sentidos. Todavía no han caído en la trampa de confundir sus pensamientos sobre cosas con esas mismas cosas.

Otra cosa preciosa que hacen los niños es que se ríen por ninguna razón en particular, simplemente por la alegría de “ser”. Un estudio hace unos quince años demostró que los niños se ríen más de doscientas veces al día con todos los beneficios demostrados que la risa produce para su salud (fisiológica y mental).  ¿Cuántas veces te ríes tú al día?

Por supuesto los niños pequeños tienen una gran ventaja sobre nosotros; no se toman demasiado en serio. No tienen que proteger aquel tirano exigente y sin piedad – el ego. Tienen más libertad para ser. Todos empezamos así, ¿verdad? – llenos de alegría, curiosidad, risa demostrando cariño fácilmente.

Procura conscientemente no tomarte a ti mismo demasiado en serio; aprende a reírte especialmente de ti mismo con la misma ternura y cariño que experimentas cuando observas a un niño que está intentando entender algo. Recuerda que el destino no es la parte más importante de un viaje; es el viaje en sí. Tómate tu tiempo para “ser”, simplemente observa y toma nota cómo esto te hace sentir. Huele las flores, permítete mirar el cielo de noche brillante fijamente con asombro. Siente, verdaderamente siente el mar, la arena entre tus dedos; permítete verdaderamente relajarte en el abrazo de un ser querido. Sobre todo permítete sentirte agradecido por este milagro, esta oportunidad excepcional para experimentar la vida.

Comentarios de la comunidad

No comments found.

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Enviar

</> with <3 by Latte