10 Recomendaciones para nutrir con conciencia todas tus células 

En Cantabria indudablemente llegó el otoño, el aire está húmedo, los días se acortan y las nubes de tormenta nos avisan que el verano ya pasó.

Es ese tiempo del año de vuelta a empezar; en nuestra casa los más peques empezaron el cole y los “no tan peques” retomamos jornadas de trabajo, con estudios, entrenamientos, encuentros, planes…. Y por lo menos en mi mundo toca una vez más hacer malabarismos para llegar a todo… ¿Os suena esto?

Entre todas las tareas del día una de las más importantes es asegurarnos un buen combustible que cargue de energía y buenos nutrientes a todas nuestras células y nos ayude a convertir a nuestro cuerpo en un ser “aguanta-todo”.

Os compartimos unos consejos que recomendamos Rhea y yo en nuestros cursos y talleres. Os pueden servir de guía. Son unas pautas sencillas que os podrán responder a muchas de las dudas que os pueden surgir, a la hora de querer alimentaros mejor.

1.- Evita alimentos altamente industrializados: lo que nosotras llamamos alimentos » muertos» con calorías vacías… Aquí incluimos todos los alimentos procesados, refinados: pan blanco, bollería industrial, alimentos precocinados, zumos procesados,  refrescos… azúcar, alcohol… Recomendamos que ni siquiera pises esos sitios “fast-food”… es decir todos aquellos que se alejan «km» de su forma original y ¡natural!

2.- Prioriza la ingesta de alimentos de la “tierra”, es decir, Alimentos «Vivos» con nutrientes de alta calidad. Elige aquellos alimentos lo más cercano a su forma original. ¡Cuanto menos manipulados y trastocados – mejor! Cuanto menos procesado, plastificado y tocado por las manos del hombre – mejor que mejor. Cuanta más tierra y alguna que otra babosa tenga tu lechuga, espinaca – ¡¡mejor!!!  Los alimentos naturales son aquellos que tu cuerpo puede digerir fácilmente mientras le saca al mismo tiempo todos sus nutrientes para tu cuerpo. Hay que meter dentro del cuerpo el mejor combustible y de la mejor calidad para que funcione al máximo de sus posibilidades.

3.- Incluye en tu dieta variedad de alimentos,  verduras  de todos los colores, cereales integrales, frutas, frutos secos, semillas, legumbres, y utiliza en menor cantidad carne, pescado, huevos, lácteos, dulces… (Importante que sean de BUENA CALIDAD).

4.- No comas en exceso/ni demasiado poco: Aprende a escuchar y a identificar cuánta comida necesita tu cuerpo; esto dependerá de muchos factores: de tu peso, altura, edad, ciclo vital, actividad física…

5.- Hidrátate: La cantidad de agua también variará según la persona. Ten en cuenta que cuando sentimos sed, significa que el cuerpo ya está un poco deshidratado. Recomendamos beber un vaso y medio de agua justo al levantarte;  si es tibio – mejor, ya que ayuda a limpiar el sistema digestivo y te ayudará a absorber mejor los nutrientes. Durante el día es importante comer alimentos con alto contenido en agua: fruta, verduras, en verano el gazpacho por ejemplo. Y cuando empieza a llegar el frío  a mí me encantan las sopas de miso (para los que no os suene el miso es una pasta fermentada que se hace a partir de semillas de soja y/o cereales) y las cremas de calabaza, remolacha; o unas verduras al vapor… éstas te aseguran una correcta hidratación y a la vez te ayudan a calentar el cuerpo. Y otro vaso antes de ir a dormir.  Evita comer alimentos con alto contenido en sodio.

6.- Prioriza alimentos de temporada y de km 0: Dentro de lo posible, infórmate en donde vives, qué granjeros, payeses, cooperativas de la zona, cultivan y trabajan para ofrecernos alimentos de la tierra cercanos a nosotros. Estarán más llenos de vitaminas y minerales que los que llegan de la otra punta del mundo.  A la vez, estarás apoyando al pequeño granjero y su familia.

7.-¡OJO! – con las modas alimentarias y las dietas milagro. Generalmente vienen de la mano de campañas publicitarias poco fiables con grandes intereses económicos y poco auténtico interés por tu salud.

Ante la «sobreinformación» utilizar el sentido común: el instinto es un gran indicativo de nuestras necesidades.

8.- Combina cada alimento con su forma de cocción adecuada: A la hora de cocinar verduras, mejor saltéalas rápidamente con un poquito de aceite o al vapor.

• Evita freír los alimentos.
• Intenta no cocinar con aluminio.
• Sí, horno
• Sí, vapor
• Sí, salteado rápido

9.- A la hora de comprar recuerda…

• SI – Mercados, supermercados de proximidad, km 0, cooperativas de consumo ecológico…
• Haz la compra con conciencia, nunca cuando tengas hambre…
• Cuánto menos plástico y más “tierra” ¡mejor!
• Priorizamos alimentos de temporada y de proximidad.
• Intentamos apoyar a las pequeñas empresas agrícolas y alimentarias que con su pequeña revolución ayudan a crear un mundo más sano, vivo y consciente.

• Lee las etiquetas y aléjate de todos los productos que tengan “números-E”, de los productos “sin azúcar”, light y los que  contengan edulcorantes y colorantes artificiales.
• Intenta en la medida que sea posible que las frutas y verduras sean orgánicas y mejor si son de cultivo de proximidad y de la temporada.

10.- Investiga, lee, prueba, experimenta, escucha cómo influye en ti un estilo de alimentación u otro…

Para llegar a tus propias elecciones en torno a la comida, para crear una forma de alimentarte que se adapte a tu persona individual y a tus propias necesidades.

Lee e infórmate, si te interesa tu salud y la de tu familia.

A día de hoy  sobra decir que Somos lo que comemos, pero no está de más que nos lo recuerden de vez en cuando… Somos los responsables de dar a nuestro cuerpo el mejor combustible; debería ser nuestra prioridad. Al final del día y de la vida… sólo tenemos un cuerpo y es poderoso pensar que una gran parte de nuestra salud SÍ, está en nuestras manos.

Aprovechamos para contaros que aún estás a tiempo para reservar tu plazas en nuestro retiro de Alimentación Consciente y Cocina Creativa de finales de este mes.

Autora: Kiira Cabrera

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